Más allá de modas pasajeras, los clásicos permanecen y, nada más clásico y elegante que un buen whisky. Rodeado de glamour, el trago por antonomasia no ha perdido un ápice de su atractivo desde antes de la Ley Seca.
Para quien aún no se ha atrevido a sumergirse en el envolvente mundo del whisky, …