Ya sea por su enorme versatilidad, o por tratarse de un alimento con innumerables propiedades, el pollo es una carne que forma parte de la gastronomía de la mayoría de países del mundo. ¡Y menos mal! ¿Qué sería de nosotros sin las croquetas de pollo que nos preparaba nuestra abuela?
En este post, te proponemos una manera de cocinar esta carne blanca para que tanto tú como tus comensales os peleéis por quién se termina la última ración. Y, a pesar de que se trata de una receta realmente fácil de preparar, ¡te prometemos que no sobrará ni un pedacito!
Pollo al horno con patatas
Si existe una receta realmente fácil de preparar y que siempre es un acierto incluso entre los más pequeños de la casa, es el pollo al horno con patatas. Te contamos cómo prepararlo, pero ya verás que es muy sencillo: tú sigue nuestras instrucciones y deja que tu horno haga todo lo demás.
Ingredientes para 4 personas
- un pollo entero o cuatro cuartos traseros (muslos completos)
- cuatro patatas medianas
- cuatro cebollas medianas o tres grandes
- suficiente aceite de oliva
- sal y pimienta al gusto
- tomillo seco al gusto
Preparación
1. El primer paso será pelar y cortar las patatas en rodajas finas y, posteriormente, colocarlas como base en una bandeja apta para horno. Hacemos lo mismo con las cebollas y las ponemos encima de las patatas. Salpimentamos.
2. Después, pondremos los muslos o el pollo entero encima de la cama de patatas y cebolla y le añadimos un vaso de agua para aportarle jugosidad y un buen chorro de aceite de oliva. Para evitar que quede seco, te aconsejamos pintar el pollo con aceite o agua antes de hornearlo. Este paso es importante para retener la humedad de la receta. Salpimentamos y añadimos una pizca de tomillo.
3. Si hemos elegido muslos, introducimos el pollo al horno a 220ºC con calor arriba y abajo y lo dejamos hornear una media hora, hasta que quede bien doradito. En el caso de que hayamos usado un pollo entero, bastará con poner el horno a 190ºC.
4. A mitad de la cocción, cuando la parte superior quede dorada, sacamos la bandeja del horno y le damos la vuelta a la carne, volvemos a introducirla en el horno y lo dejamos cocer por el doble de tiempo, hasta que esta parte también se dore. Lo sacamos y lo dejamos reposar unos diez minutos para que los sabores de la cocción se asienten.
¡Listo!
¿Quieres un truco extra? Para que la piel quede bien crujiente, te recomendamos que, a la hora de salpimentar el pollo, no lo hagas solo por fuera, sino también por dentro. Así, mientras esté en el horno, el aderezo se esparcirá por toda la carne y la piel se sellará correctamente. ¡Pruébalo y cuéntanos qué te ha parecido!
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