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¿Se puede congelar el queso?

Para los amantes de la gastronomía, el queso es una delicia que no podemos dejar de comer. Por eso, cuando decidimos comprarnos una pieza completa o nos la traemos de un destino lejano y queremos que se conserve por mucho tiempo para que nos lo acabemos a nuestro ritmo, nos ayudará congelarlo.

¿El queso se puede congelar?

Esta es una cuestión que nos hemos preguntado en muchas ocasiones, sobre todo cuando compramos piezas de queso en nuestros viajes. Antes que nada, hay que tener en cuenta que no todos los quesos son iguales. Cada uno tiene su textura y, por tanto, presenta un modo de conservación diferente, incluso si no pensamos en congelarlo.

Pero, ante la pregunta de si podemos congelar el queso o no, debemos tener en cuenta varios factores. Sí, hay quesos que permiten almacenarse en el congelador, siempre que el tiempo máximo de conservación no supere los seis meses. Pero hay tipos de quesos que se desaconseja congelar, unos porque no logran mantener sus propiedades, como el sabor o la textura una vez descongelados, y otros porque al dejarlos a temperatura ambiente, se desmoronan fácilmente.

se puede congelar el queso

No es recomendable meter en el congelador los muy cremosos o grasos, como el cottage o el ricotta. Tampoco los que no contienen apenas grasa, como el queso blanco o los duros, como el parmesano. Este último, debido a que tiende a deshacerse, aunque existe una manera útil para congelarlo, siempre que se ralle.

En cambio, los quesos semigrasos y con una cierta humedad sí se pueden congelar sin ningún problema. Lo aconsejable es que los dividamos en trozos o en cuñas. Algunos ejemplos de estos quesos que permiten guardarse son el edam, el gouda, el cheddar, el provolone o el camembert, entre otros.

Para lograr un congelado perfecto, evitando que proliferen las bacterias en estos tipos de quesos, debemos llevar a cabo un guardado perfecto. Lo aconsejable es que cubramos las cuñas o trozos con papel de aluminio, sin permitir que penetre el aire ni la humedad. Para una mayor seguridad, debemos meter cada pieza en una bolsa con cierre hermético. Aunque, si queremos almacenar quesos pequeños, lo ideal es no sacarlos de su envase e, igualmente, meterlos en una bolsa con cierre hermético.

Para cada paquete individual calcularemos un peso aproximado que oscile entre el cuarto y el medio kilo. En el caso de los quesos duros, siempre podremos rallarlos, asegurándonos así que van a mantenerse mejor, sirviéndonos posteriormente para espolvorear platos de pasta, pizzas o preparaciones que tengamos que hornear.

La temperatura adecuada para la congelación es de -18 ºC. De esta forma, lograremos evitar el moho, producto de las bacterias que proliferan a temperatura ambiente. Debemos tener en cuenta que, una vez descongelados, tenemos que consumirlos rápidamente. Solo cuidemos que no estén en nuestro congelador más allá de los seis meses.

Una vez revisado todo lo anterior, ya no veremos ningún problema para visitar los lugares que todo amante de los quesos debe ir a ver para comprar una muestra de esta exquisita comida. No tenemos por qué temer comprar de manera abundante, siempre que llevemos a cabo una adecuada conservación de los alimentos.se puede congelar el queso

Y tú, ¿qué tipo de queso prefieres y cuál te gustaría probar?  

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