Las medidas para cuidar los recursos naturales del planeta son ya una realidad y, como consumidores, podemos adoptar medidas tales como reducir el consumo de carne y el desperdicio de alimentos.
Veamos 5 medidas con las que podemos contribuir a reducir el malgasto de alimentos.
5 formas para reducir el cambio climático
1. No importa el aspecto de frutas y verduras
Las verduras, frutas, tubérculos y raíces son las más desperdiciadas por los consumidores. La tasa de desperdicio ronda ya un 40 o 50 % debido a que, cuando compramos, por ejemplo, una manzana, si tiene una mancha habrá una alta probabilidad de que nadie quiera comprarla y, por tanto, terminará en cualquier vertedero. Para evitar este gran desperdicio, una opción interesante es no fijarse tan detenidamente en la apariencia y adquirir alimentos que, aunque no sean los más bonitos por fuera, por dentro permanecerán en buen estado.
2. Consumir por completo las frutas y verduras
Hay muchas personas que eliminan las hojas exteriores de la lechuga, remolacha y otras verduras, pero podemos dejar de hacerlo. Debemos pensar que todas esas hojas que desechamos son también saludables y comestibles. Por ello, no hay problema en añadirlas a nuestras comidas. La misma idea es aplicable a las frutas. Si preparamos un batido de fresas, realmente no hay problema en dejar las hojas verdes para reducir el desperdicio, pues estas también contienen vitaminas y minerales beneficiosos para nuestra salud.
3. Elaborar un plan antes de ir a la compra
Entrar al supermercado sin un buen plan elaborado de antemano es tan perjudicial para el planeta como lo es para nuestra salud. Antes de ir a la compra, lo mejor es pensar detenidamente qué platos vamos a preparar cada día de la semana y, en base a ello, comprar los ingredientes necesarios. Es una medida ideal para evitar comprar de más y mejorar la calidad de nuestra dieta, que será más equilibrada. Además, estaremos controlando nuestro presupuesto.
4. Almacenar los alimentos adecuadamente
Almacenar ciertos alimentos de la manera correcta contribuirá a una mayor duración. A continuación, ofrecemos algunas ideas para reducir el malgasto en alimentación. Empecemos por el aceite de oliva. La opción perfecta es comprarlo en una botella de cristal oscuro y almacenarlo en un sitio fresco y oscuro. Los frutos secos podrían ponerse rancios si no se almacenan bien, por lo que deberíamos guardarlos en un recipiente hermético en la nevera.
Los frutos del bosque, por su parte, debemos mantenerlos en la nevera y lavarlos justo antes de consumirlos. En cuanto a la harina, lo suyo es conservarla en recipientes de cristal herméticos y siempre en la nevera.
5. Una noche para cocinar los restos de comida de días anteriores
Por último y no menos importante, elegir una noche a la semana para cocinar con sobras es algo que ya solían hacer nuestras abuelas, y con muy buenos resultados. Podemos evitar deshacernos de comida a punto de caducar siendo creativos en la cocina. Sin duda, una elección muy válida para contribuir a la salud del planeta.
Aproximadamente un tercio de la comida que consumimos termina en los vertederos, generando gas metano altamente perjudicial para el medio ambiente. Siguiendo estas 5 medidas, podremos evitarlo y ayudar a cuidar el medioambiente.
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