A todas las personas les gusta comer caliente y contundente de vez en cuando y, en estos casos, el cocido, el caldo, el potaje, y el puchero son una apuesta perfecta para tener más energía para afrontar la rutina. Por lo tanto, para conseguir un buen resultado, es importante conocer previamente las diferentes ollas y fogones que existen y saber los trucos para cocinar de diez.
Datos de interés del caldo
El caldo es la base de las sopas y es la mezcla de diferentes carnes, pescados, huesos, raspas o verduras, entre otros ingredientes que le dan sabor al líquido, que es uno de los protagonistas del proceso. Además, con los caldos se pueden conseguir buenos arroces, sopas, y cremas, y se le pueden añadir hierbas aromáticas o incluso vino.
Cuando se está cocinando y el caldo se reduce, se obtiene lo que es conocido como un fondo. Y hay dos clases de fondos: el claro y el oscuro. El primero es el resultado de cocinar pescados o verduras y el segundo, el resultado de cocer carnes rojas, y huesos, entre otros ingredientes. Por lo tanto, con el caldo se pueden conseguir platos exquisitos y se puede tanto hacer en casa como comprar ya hecho.
Datos de interés del puchero
El puchero es, básicamente, heterogéneo y contundente. Asimismo, es el resultado de someter a cocción diferentes verduras y legumbres a las que se les puede añadir un sofrito para que quede más caldoso.
El puchero se trata de un tipo de cocido al que se le añaden algunos ingredientes dependiendo del resultado que se pretenda conseguir.
Datos de interés del potaje
Dos de los más típicos son el potaje de lentejas y la fabada asturiana. Los potajes son parecidos al puchero pero, además, incorporan ingredientes cárnicos para dar más profundidad y matices al plato final.
En el caso del potaje, la mayor parte del guiso está compuesto de legumbre a la que se le añaden otros alimentos pero en menor proporción.
Datos de interés del cocido
En cada región hay diferentes tipos de cocidos típicos y deliciosos. Todos se cocina en la olla y tienen un alto contenido calórico. Entre sus ingredientes cabe destacar la carne de diferentes tipos de cerdo, res o aves, las legumbres, verduras, embutidos... y otros alimentos que se le pueden añadir dependiendo del cocinero o en función del resultado que se pretenda conseguir.
Hace años comer cocido era muy típico, ya que durante la época invernal era una buena alternativa para combatir el frío. Esto es porque contiene una gran fuente de energía y aporta muchos nutrientes. Además, elaborar un buen cocido no es costoso.
Y, según los ingredientes locales de cada región, se le añaden nuevos alimentos al cocido. Y, a partir de aquí, nacieron los cocidos conocidos hoy en día como: el madrileño, el andaluz, entre otros.
A diferencia del potaje, en el caso del cocido no se hace sofrito con la finalidad de obtener más sabor cárnico, en cambio para elaborar potajes, sí.
Otro aspecto a destacar es que los cocidos se suelen comer en varios vuelcos, mientras que los potajes, caldos y pucheros se comen en un único servicio.
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