Hay una serie de diferencias culinarias que es importante conocer acerca de la levadura fresca y el polvo de hornear.
Diferencias entre el polvo de hornear y la levadura
Para empezar, a modo de similitudes, el polvo de hornear y la levadura tienen una forma de trabajar diferente aunque pueden tener efectos similares en la cocción. Además, ambos productos son responsables de dejar en perfectas condiciones los productos horneados.
Por un lado, a modo de diferencias, el polvo de hornear obtiene su energía de una reacción química que es la que produce burbujas de aire. Por otro lado, la levadura produce gas a partir de una reacción biológica, ya que se trata de un organismo unicelular vivo, concretamente una variedad de hongo.
Cuando se adquiere la levadura para hornear o elaborar cualquier producto, se encuentra en un estado estable para almacenar. Y esta levadura despierta cuando se mezcla con algún tipo de líquido. Además, la levadura se encarga de metabolizar el azúcar y produce otros subproductos como por ejemplo, de dióxido de carbono y alcohol.
Y, haciendo referencia a los componentes del polvo de hornear, está compuesto de ácido y una base. Cuando se añade líquido a esta mezcla, ambos se disuelven y se mezclan formando así una reacción química y desprenden las burbujas de gas de dióxido de carbono, agua, y sal como subproductos.
Es así como se les da a los productos horneados un aumento de la levadura a través de la cocción, ya que se necesita calor para permitir que el ácido se pueda disolver.
Aspectos relevantes de la levadura fresca y el polvo de hornear
Es fundamental tener en cuenta que los productos horneados, por norma general, tienen que cocinarse rápidamente para que se puedan retener las burbujas en el producto que se está fermentando. Y no hay que olvidar que, con los panes rápidos, no se suelen amasar para conseguir el gluten elástico, ya que no se consiguen tan buenos resultados.
En el caso de la levadura, las burbujas de aire en la masa se producen de forma mucho más lenta que en el caso anterior. Además, estas burbujas son más fuertes y van creciendo para poder conseguir panes amasados. Con la levadura no se detiene la reproducción y las burbujas no mueren por la falta de alimentos o a causa del calor.
Y, como beneficio adicional, la levadura convierte el alcohol en un un subproducto que se usa para la fabricación de la cerveza y el vino.
A la hora de usar ingredientes calientes en la masa, hay que saber que la levadura muere a los 55 ºC y crece mejor entre 25 ºC y 35 ºC. Asimismo, el alcohol que se produce debido a la levadura para hornear pan es insignificante y se va evaporando a medida que se cocina.
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