En primer lugar, es importante que recordemos que las pautas que se recomiendan son genéricas y que, en función de las características del organismo, se consumirá más o menos. De todas formas, sí es recomendable señalar que la mayoría de nutricionistas recomiendan que se consuman 2 o 3 raciones de lácteos a la semana como mínimo, en especial en niños y ancianos.
El principal elemento que hemos de tener en cuenta es la cuantía de las raciones, que es lo que en ocasiones puede desequilibrar el balance. El consejo general es que no se coman más de 30 o 40 gramos de queso diarios, en especial si es curado. Cuando se trata de quesos frescos, esta cantidad puede aumentar hasta los 80 o 100 gramos. Esta será la manera de mantener el tan ansiado equilibrio si comemos con la proporción indicada para que sea beneficioso.
De todas formas, es imprescindible que nos dirijamos a nuestro nutricionista o facultativo en caso de duda. No en vano, uno de los problemas recurrentes es que el queso sea perjudicial porque comemos más del que menos idóneo o porque no lo hacemos en la proporción adecuada. En cualquier caso, si comemos cantidades moderadas del alimento lo más probable es que no tengamos ningún problema y que notemos la diferencia.
¿Qué hay que tener en cuenta para saber cuánto queso se debe comer?
Por otra parte, hemos de señalar que el queso tiene varias condiciones nutricionales positivas para las personas no intolerantes. Indicamos las más importantes:
Grasa
Los quesos son alimentos con un alto contenido en grasa, aunque también hay matices en función de la variedad. Por ejemplo, en los quesos frescos el índice graso es menor que en los quesos. La mayoría de las grasas que tienen los quesos son saturadas, aunque en proporciones moderadas no serán problemáticas.
Proteínas
Las proteínas son uno de los componentes principales que encontraremos en el queso, como en todos los alimentos de origen animal. Es bueno indicar que en los quesos curados se aprovechan mejor las proteínas, de ahí que sea bueno tenerlo presente. No en vano, este componente es imprescindible para una dieta equilibrada.
Vitaminas
Las vitaminas son importantes para el desarrollo del organismo en todos los momentos de la vida. Los quesos son ricos en vitamina B12, A y D. Este alimento es rico en esta clase de componentes, así que conviene tenerlo en cuenta. Una dieta completa tiene que incluir todos estos elementos y el queso es una buena alternativa para aquellas personas que no consumen otro tipo de alimento animal.
Minerales
Este es, sin duda, uno de los aspectos positivos del queso porque la cantidad de minerales ayuda, y mucho, en varios aspectos de la vida. El calcio es un mineral fundamental para mantener la densidad ósea y, aunque con variaciones, los quesos incluyen altas cantidades de este componente. Otros minerales que podemos encontrar son el potasio, magnesio, fósforo o zinc.
El resultado es que el queso es uno de los alimentos más completos, de manera que nos interesará saber qué podemos esperar en cada ocasión para disfrutarlo. La variedad influirá mucho en la composición nutricional, pero como principio general nos vamos a encontrar con un producto variado. Por otra parte, también hemos de señalar que en los últimos años se han elaborado alimentos con menor índice de lactosa.
El consejo que damos a los interesados en este mundo es que consulten a su vendedor cuál es el tipo de producto que se va a consumir. En cada territorio hay variadades más o menos grasas, más o menos curadas. Lo más importante es que seguro que encontraremos el tipo de queso que se adapte a nuestras preferencias.
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