No solo es importante saber elegir los tipos de ingredientes al realizar la compra, sino que es más importante el saber cómo almacenarlos, de forma que duren más y se conserven en mejores condiciones.
Aquí vamos a explicar cómo deben conservarse los productos, dependiendo del tipo, para que tu compra esté lista para cuando quieras utilizarla.
¿Cómo guardar frutas y verduras para que duren más?
El tratamiento que se le deberá dar al producto, dependerá del tipo de verdura o de fruta de la que se trate.
Debe prestarse especial atención a los sitios donde refrigerar los alimentos en el refrigerador, ya que hay más frio en algunos puntos en concreto que en otros, y esto afecta a la conservación del producto.
Las hierbas de olor: todo este tipo de hierbas compradas frescas, es aconsejable guardarlas en una servilleta húmeda y conservarlas dentro de un plástico en la parte media del frigorífico. Si se quieren guardar en seco, lo ideal es dejarlas en un trapo hasta que se sequen y posteriormente se guardan en un recipiente hermético.
Las hortalizas y quelites: todo lo que sea espinacas, acelgas, coles, lechugas, son hortalizas que necesitan respirar, ya que si no se marchitan. Lo recomendable es guardarlas en bolsas con agujeros para que duren más. También es útil la servilleta húmeda en los tallos para que puedan seguir hidratándose, dejando siempre las hojas libres. Al igual que los anteriores, hay que procurar conservarlas en la parte media del refrigerador.
Los bulbos: mientras que estén bien tapados, tanto cebollas como ajos, pueden conservarse fuera del frigorífico, ya que sobreviven bastante tiempo a temperatura ambiente.
Los tubérculos y las raíces: aunque a menudo suelen tardar mucho tiempo bien conservados fuera del frio, es aconsejable refrigerarlos en zonas altas del frigorífico. Ya que suelen cultivarse a temperaturas altas, se logrará que duren más. Siempre es preferible guardarlas sin sus envolturas, de forma que no pierdan su firmeza ni germinen.
Las calabacitas, chayotes, pepinos y verduras con mucha agua: mientras más agua tengan estas verduras, mayor facilidad de que desarrollen microorganismos existirá. Por ello es recomendable almacenarlos en cajones del frigorífico con el suficiente frio para que se mantengan inocuos. Del mismo modo que los anteriores, se deben guardar sin bolsa.
Las manzanas, peras, ciruelas: mientras que a este tipo de frutas no les de la luz del sol directamente, pueden durar bastante tiempo a temperatura ambiente. Aunque es recomendable que estén tapadas para que no se llenen de mosquitos. Si se quiere conservar un trozo de porción de la fruta, lo ideal es envolverlo en plástico y guardarlo en las partes de en medio del frigorífico.
Los plátanos: si se quiere mantener la estética y buen ver del plátano, prohibido refrigerarlo. Eso sí, si se quiere que dure más, es lo ideal hacerlo, aunque su piel se oxidará mucho más rápido.
Los cítricos: limones, naranjas, limas, todas aguantan la temperatura ambiente perfectamente, durando mucho tiempo en buen estado. Aunque estén cubiertos, lo ideal es que les de algo el aire y nunca la luz directa, de forma que no se deshidraten.
Ya que conoces todas las estrategias de conservación de la gastronomía particular, anímate y llévalo a cabo.
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