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Vinos azules ¡atrévete a probarlos!

Los vinos azules ya son una realidad. Por sorprendente que parezca en un sector tan tradicional, hay quien se atreve a innovar descaradamente. ¿La clave? las antocianinas, unos pigmentos hidrosolubles que se hallan en las uvas y son las responsables, durante el proceso de maceración del vino, de otorgarle el característico rojo al tinto. Es interviniendo sobre ellas como se altera el color tradicional para transformarlo en azul.

Vinos innovadores

El proceso es explicado a la perfección por los responsables de Gik Live, una de las marcas con que se comercializan ya estos vinos. Según ellos, intervienen sobre la pigmentación de la uva y el Ph. Más en concreto, utilizan colorantes naturales sintéticos para teñir el vino de azul. Además, también le han cambiado el sabor pues el de su vino es más suave. Con todo ello, pretendían acercar el mundo vinícola a un consumidor más joven ya que se dieron cuenta de que el vino tradicional era poco pedido por la juventud, así que trataron de hacerlo más atractivo para esta.

Por su parte, Marqués de Alcántara, la otra marca que vende estos vinos tiene sus bodegas en el almeriense desierto de Tabernas y nace de la idea de Rubén Soto, un joven emprendedor de Orihuela. En este caso, se trata de un monovarietal de uva chardonnay, pese a lo cual no es espumoso. En cuanto a sus características técnicas, podría decirse que recuerda a un blanco. En nariz se perciben aromas de frutas como el mango, la manzana y el melocotón así como tonos de licor. Y algo parecido ocurre en boca, con especial dulzura.

Aunque es más untuoso que el citado vino blanco, resulta ideal para tomar fresco como aperitivo y diríamos que es fruto de un proceso más natural que el anterior en su forma de elaboración.

En honor a la verdad, hay que decir que, en sentido estricto, no son los primeros vinos azules del mundo. En los Vosgos, se elabora un caldo de color rojo muy oscuro que casi linda con el violeta y hace unos años empezó a comercializarse en California un espumoso llamado 'Blanc de Bleu'. Pero este último no se hacía exclusivamente a partir de la uva sino que era resultado de mezclar el vino con un cultivo de levaduras que finalmente se extraían. No puede decirse, por tanto, que fuera un vino azul natural.

En un mundo tan tradicional como el vinícola, habrá que esperar la respuesta de los puristas, quienes seguramente no verán con muy buenos ojos los vinos azules. Sin embargo, también nos hallamos en un mundo competitivo en el que quien no se atreve a innovar muchas veces está condenado a desaparecer, ¿no creéis?

Imagen: https://gik.blue/es/

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