¿Qué sería de la gastronomía sin el chocolate? España fue el primer territorio del viejo continente donde pudo degustarse. Y en la actualidad son numerosos los lugares de nuestra geografía donde se rinde culto al chocolate.
Templos chocolateros de España
En este artículo hemos seleccionado diez de esos enclaves que huelen a chocolate y merecen una visita por esta y otras muchas razones.
Monasterio de Piedra
Fue un monje cisterciense, acompañante de Hernán Cortés en México, el primero en hacernos llegar el cacao. Así, los monjes de este monasterio, en la localidad zaragozana de Nuévalos, fueron los primeros en probar el chocolate a la taza. En sus cocinas, que aún podemos visitar, lo elaboraban incorporándole azúcar, canela y vainilla.
Jábaga
Este pueblo conquense formaba parte del camino seguido desde Andalucía hasta Aragón por los monjes del Monasterio de Piedra, que transportaban las primeras habas de cacao traídas de América. Su tradición chocolatera se materializa actualmente en una vanguardista propuesta de ocio global que incluye la fabricación de chocolate artesano.
Astorga
Hay quien asegura que el cacao llegó a ella también de la mano de Hernán Cortés. Lo cierto es que Astorga se convirtió en uno de los templos chocolateros de España. De sus 49 fábricas a principios del siglo XX restan hoy cinco productores que continúan la tradición. Su Museo del Chocolate merece visita y, aprovechando el viaje, ¿por qué no probar el cocido maragato? Un placer para los gourmets.
La Trapa de Dueñas
En este enclave palentino fueron los monjes trapenses de la Abadía de San Isidro de Dueñas quienes lo empezaron a elaborar en 1891. En 1960 reorientaron su actividad hacia otros proyectos, pero el chocolate siguió elaborándose por fábricas sin vinculación con los religiosos. En la pequeña tienda del monasterio es posible adquirir todavía deliciosos derivados del cacao.
Villajoyosa
La fabricación del chocolate en la localidad alicantina se remonta al siglo XVII. Los visitantes pueden realizar una entretenida ruta turística por las fábricas que aún perviven, junto a un Museo del Chocolate donde conocer todos sus secretos.
Irún
A esta localidad guipuzcoana le cabe el honor de haber introducido el chocolate blanco en el mercado nacional, a través de una de sus fábricas más señeras, establecida en el siglo XIX. Pero la visita a tierras donostiarras quedaría incompleta desde el punto de vista gastronómico sin probar además los famosos “pintxos” en San Sebastián.
Molina de Aragón
En esta localidad de Guadalajara se elabora chocolate desde hace más de 100 años, manteniendo la receta más tradicional. La excusa perfecta para visitar la zona, donde los incondicionales de las series de moda podrán conocer el castillo de Zafra, escenario del rodaje de la sexta temporada de Juego de Tronos.
Rascafría
En plena sierra de Madrid descubrimos un obrador de carácter familiar que elabora tradicionalmente una gran variedad de especialidades, tan exóticas como las que lo combinan con cardamomo, jengibre o ¡sal volcánica! El exceso de calorías siempre puede compensarse con alguna que otra caminata por la sierra.
Sueca
En esta ciudad valenciana una familia local hace honor al dulce placer del chocolate desde 1870. En su fábrica-museo es posible presenciar la elaboración de los chocolates a la piedra, especialidad local muy valorada a la que han añadido toques de vanguardia, incorporando las chufas o el picante entre sus ingredientes. Con una buena paella y la refrescante horchata completaremos un sabroso menú en estas tierras levantinas.
Estepa
En este municipio sevillano encontraremos Chocomundo, que presume de ser el mayor museo del chocolate de España. Un total de 1300 metros cuadrados en un edificio modernista de fines del XIX, donde a lo largo de diez salas y un obrador podemos sumergirnos en el fabuloso universo del chocolate.
Golosos del mundo: el chocolate español esparce su aroma invitando al placer más exquisito.
Sin comentarios