Con cada día más adeptos a este tipo de baile, la salsa es uno de los bailes más practicados a nivel mundial y no es para menos con la cantidad de beneficios que tiene y sobretodo ¡lo divertido que es bailarla! Pero, ¿sabemos realmente de donde proviene? Quédate a descubrirlo.
¿De dónde viene la salsa?
El baile que hoy conocemos como salsa es el resultado de la fusión de ritmos caribeños con el jazz y otros ritmos típicos de Estados Unidos. Si bien el origen de esta danza es incierto, se cree que la llegada de esclavos negros procedentes de África tuvo un papel importante en la formación de los ritmos caribeños. Al entrar en contacto con la música europea, los esclavos quisieron fusionarla con sus objetos de percusión. De esta integración de ritmos nacieron estilos tan característicos del Caribe como el chachachá, el mambo y también la salsa.
Ya en el siglo XX la salsa se extendió por Estados Unidos, sobre todo debido a la gran afluencia de exiliados cubanos y puertorriqueños a partir de los años cincuenta. Desde finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, se consolidó el nombre de salsa para denominar a este baile. La elección de este nombre fue de carácter comercial, pues se pretendía concentrar en una sola denominación una serie de ritmos de origen cubano, pero que se consagrarían en Estados Unidos. El artífice de la aparición de este nuevo baile fue el diseñador gráfico Izzy Sanabria, quien decidió llamar salsa a un conjunto de ritmos de origen afrocaribeño mezclados con ritmos estadounidenses.
La influencia africana es muy evidente en los pasos de salsa, aunque las armonías tienen un influjo claramente europeo. El ritmo principal es el denominado clave de son, típico de Cuba, que suele ser 2-3 o bien 3-2. Entre los instrumentos más emblemáticos utilizados en la salsa, destacan los de percusión de origen cubano, como el bongó, los timbales o las maracas. 
Beneficios para la salud de bailar salsa
Practicar este baile aporta una serie de beneficios tanto desde el punto de vista físico como anímico. Al tratarse de un baile muy alegre, transmite una gran cantidad de energía positiva a quien lo practica. A su vez, es una magnífica actividad para mejorar la autoestima y la motivación, sobre todo a medida que se van consiguiendo progresos.
La salsa puede brindar una buena ocasión para aumentar el círculo de amistades y enriquecer la vida social. Compartir una afición siempre es una buena excusa para relacionarse con otras personas. Es una actividad muy recomendable para personas tímidas a las que les cueste comunicarse.
Por supuesto, bailar salsa ayuda a quemar calorías y a tonificar los músculos del cuerpo. También contribuye a reducir los niveles de colesterol y mejora la postura. Asimismo, aumentará la resistencia y la fuerza de los bailarines a medida que vayan progresando.
Durante el baile, aumenta el número de endorfinas, las cuales producen una sensación de optimismo y de vitalidad. Por último, es una excusa perfecta para desconectar de los problemas cotidianos y pasar un buen rato. En resumen, un baile muy aconsejable en todos los aspectos, que permite la mejora de la condición física, favorece una visión optimista ante la vida y ayuda a conseguir un equilibrio perfecto entre cuerpo y mente.
Y ahora es tu turno, ¿sabías de dónde venia este ritmo y los beneficios que puede aportarte? ¡Déjanos los comentarios aquí abajo! 
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