Cada fecha señalada tiene su propia tradición gastronómica y sus platos típicos. También hay platos que no son nada tradicionales, pero que se adaptan a la temática del fecha sea por los ingredientes o por su presentación. Entre las recetas para Halloween nos podemos encontrar ambas situaciones: por un lado, los dulces típicos de la tradición del Día de Todos los Santos o el Día de los Difuntos. Por otro, las divertidas preparaciones para decorar una fiesta de Halloween en casa.
Una celebración que, en cualquier caso, no puede ser más sencilla. No es más que una fiesta de disfraces con temática de terror cómico. Para la comida, ¿qué servir a los invitados? Damos cinco ideas.
Recetas fáciles para celebrar Halloween
En este tipo de recetas lo importante es conseguir un efecto divertido con la temática monstruosa.
Dedos de salchicha
Escaldamos durante un minuto salchichas del tipo frankfurt cortadas por la mitad y las dejamos templar. Con un cuchillo bien afilado hacemos pequeños cortes simulando los pliegues de la piel de los nudillos y, sobre todo, hacemos una muesca en un extremo para simular el espacio de la uña. Para hacer esta, podemos usar almendra laminada o cacahuete. Presentamos todas las salchichas en una fuente con kétchup como si fuera sangre.
Momias de salchicha
Cortamos tiras estrechas de masa quebrada, que se vende congelada o refrigerada en los supermercados. Envolvemos cada salchicha con una tira de masa, como si fuera una venda, dejando un espacio libre en el espacio que ocuparía la cara de la momia. Horneamos hasta que se dore ligeramente.
A continuación, «dibujamos» los ojos con dos gotitas de mostaza, kétchup o con dos semillas (amapola o sésamo, por ejemplo).
Fantasmas de merengue
Montamos dos claras de huevo con una pizca de sal. Cuando doblen su tamaño incorporamos media cucharadita de zumo de limón, seguimos batiendo y, después, añadimos poco a poco unos 85 g de azúcar glas. Seguimos montando hasta que el merengue esté firme y forme picos consistentes. Si queremos, podemos añadir un poco de extracto de vainilla para darle sabor.
Lo metemos en una manga pastelera con boquilla gruesa y hacemos conos de merengue en una bandeja con papel de horno. Deben quedar como nubes con un piquito final. Hay que secar los merengues para que queden firmes, por lo que los hornearemos a 100º C durante una hora. Después, los dejaremos secar otra hora más en el horno con la puerta abierta.
Acabamos dibujándoles los ojos con dos puntitos de chocolate fundido, sirope o mermelada.
Ataúdes-sándwich
No puede ser más fácil. Hacemos unos sándwiches sencillos como más nos gusten (embutido y queso, por ejemplo). Podemos tostarlos si queremos, pero no es imprescindible. Cortamos cada sándwich en dos rectángulos. A cada uno de estos les cortamos pequeños trozos para que tomen la forma de un ataúd. Listos para servir.
Cementerio de tarta de chocolate
Cocinamos un paquete de preparado para bizcocho de chocolate o hacemos uno nosotros mismos. En cualquier caso, lo importante en esta receta es la presentación.
Una vez horneado el bizcocho, si queremos podemos cortarlo por la mitad para rellenarlo al gusto. Verteremos por encima chocolate fundido, asegurándonos de que los laterales también queden cubiertos. Dejamos enfriar en la nevera para que el chocolate se endurezca un poco.
Podemos decorar los laterales de la tarta con chocolatinas alargadas que simulen una valla de madera. En la parte de arriba clavaremos algunas galletas rectangulares o chocolatinas planas que aparenten lápidas. Por último, pondremos algunas gominolas simpáticas y tétricas: gusanos, arañas, cabezas cortadas o manos.
Con preparaciones tan fáciles, hasta los niños pueden ayudar con las recetas para Halloween.
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