El dulce de coco es uno de mis dulces favoritos. Pero en esta época, lo que más te apetece es poder comer eso que te encanta de una forma más fresquita. Por ello, están los helados. Hoy te presentamos cómo elaborar el mágico helado de coco desde la comodidad de tu casa.
¿Cómo hacer helado de coco?
El helado ya estaba presente en países europeos como Italia en los últimos años del siglo XV. A lo largo del tiempo, su receta original ha ido adquiriendo numerosas variantes. Una de las más exquisitas que ha creado el ser humano es la del helado de coco. Este alimento posee una delicada consistencia y un gusto suave, por lo que es uno de los postres fríos preferidos por muchos.
Además, el gusto delicado del helado de coco permite que la fruta sea un acompañamiento perfecto, a la vez que una buena presentación mientras decora el plato. La unión de estas con dicho helado da lugar a un auténtico placer en el paladar.
Igualmente, uno de los grandes beneficios que hace que el helado de coco sea frecuentemente consumido es su bajo contenido en calorías. Tan solo cuenta con un 6 % de materia grasa, por lo que ni siquiera las personas que estén a dieta tienen que renunciar a él. El helado de coco, cada año, es consumido por un mayor número de personas.
El helado de coco no solo cuenta con esa propiedad. Además, aporta beneficios a nivel de salud a nuestro organismo. El consumo de este postre colabora con el fortalecimiento de nuestros huesos, nos da vitaminas gracias a la leche y tiene propiedades antioxidantes.
No hace falta mucho más para convencer a nadie de preparar este helado, por ello, daremos paso a sus ingredientes. Lo primero que necesitamos es 800 ml de leche de coco, junto con una taza de azúcar y otra del mismo tamaño de crema de leche.
Al mismo tiempo, necesitaremos otra taza de coco rallado. Para el último ingrediente podemos optar por elegir entre tres: chocolate a la taza, dulce de chocolate o frutilla líquida. Opcionalmente, podemos disponer de frutas del bosque para mejorar la presentación, o de plátano frito y chocolate, que crean juntos un sabor único.
Para su elaboración, se pondrán la crema, la leche de coco y el azúcar en una olla mediana que calentaremos a fuego medio hasta que se disuelva el azúcar. La mezcla debemos congelarla una hora en un recipiente para después batirla bien y poner la mezcla de nuevo una hora en el congelador.
El proceso se repite tres veces para evitar los cristales y conseguir cremosidad. Por último, añadimos coco rallado al gusto y dejamos reposar el helado unas horas. Más tarde, las opciones son infinitas. Podemos adornarlo con siropes, frutos del bosque, o con lo que más nos guste.
El verano ha llegado y por tanto, ya está aquí el momento de disfrutar de la gastronomía más exquisita: los helados. ¿Qué hay mejor que hacerlos uno mismo?
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