La gastronomía contempla aspectos que son muy conocidos, como la creatividad de la cocina de autor o la elaboración novedosa de recetas tradicionales. Pero la base real de una exquisita preparación culinaria es la frescura y la alta calidad de sus ingredientes.
La calidad como base de la gastronomía
No existen procesos culinarios que sean capaces de lograr que un ingrediente poco fresco adquiera de nuevo propiedades que ha perdido. El aroma característico, la textura crujiente, el sabor definido y el aspecto lozano y brillante de una fruta o vegetal son imposibles de sustituir o recuperar una vez que se han desvanecido.
Por otra parte, el contenido de vitaminas y nutrientes alcanza su máximo nivel en el momento óptimo de maduración. Por ello, los productos cuya cosecha se hace cuando los frutos han sazonado en condiciones naturales son de mejor calidad y tienen más lozanía que los que maduran días después de haber sido cosechados.
Algunas otras condiciones atentan contra la calidad de los productos provenientes de la actividad hortofrutícola. Entre estas se encuentran el transporte y almacenaje prolongados, el cultivo en invernaderos con clima artificial y las técnicas de maduración acelerada.
Los restaurantes y hoteles que ofrecen en sus cocinas productos de temporada, actúan con sabiduría. Primero, aprovechan lo mejor de cada estación, lo que está más fresco y más abunda. Luego, proporcionan una alimentación de mayor valor nutritivo. Finalmente, desde el punto de vista económico, abaratan los costos tanto para el establecimiento como para el comensal.
¿Qué hay en España en septiembre?
Los productos que se cosechan en España durante el mes de septiembre son frambuesa, higo, manzana, melocotón, melón, mora, pera, uvas, acelga, calabaza, cebolla, espinaca, judía, pepino y pimiento, entre otros.
Los vegetales y frutas de importación provienen principalmente de países como de Marruecos, Costa Rica y Argentina. Algunos de los que encontraremos en septiembre son kiwi, cebolla, piña, pimiento, sandía, melón, plátano, naranja y aguacate.
Frutas desconocidas que te encantarán
Los productos de temporada
A continuación describiremos algunas cualidades que tienen las frutas y vegetales, y cuándo son frescos para consumirlos en casa, prácticamente de la huerta al plato.
La frambuesa es una fruta extremadamente delicada por lo que conviene guardarla en recipientes rígidos sin amontonarla. La mejor manera de consumirla es fresca, pero resulta excelente en mermeladas y postres.
Una berenjena de buena calidad debe tener buen peso en relación a su tamaño. Hay que fijarse en que no tenga manchas o zonas deprimidas, y que su piel sea uniformemente brillante.
La calabaza no debe comprarse entera. Por una parte tiende a ser un fruto voluminoso, y por otra parte, si está seccionado podemos apreciar el color de la pulpa, que debe ser vivo e intensamente naranja o amarillo, señal de que contiene abundancia de vitamina A.
Las judías deben presentar un aspecto uniforme, tanto en tamaño como en color. Los granos interiores no deben estar muy marcados y al romperlas deben soltar una gotita de líquido. De lo contrario, llevan mucho tiempo ya cosechadas.
El pimiento es una de las hortalizas más utilizadas en la cocina española. Sus variedad en tamaño, forma y color lo hacen un ingrediente muy interesante para confeccionar platos de sabor y aspecto inigualables. Debe ser terso y brillante y tener buen peso en relación al tamaño. Si presenta zonas blandas o que sueltan líquido hay que descartarlo, pues está en descomposición.
El higo se puede comprar un poco verde, para prepararlo cocido, o maduro, para consumo inmediato. El higo verde es más firme y terso, mientras el que ha sazonado es blando, perfumado y de color más oscuro.
Para cualquier preparación de nuestra gastronomía, recordemos que lo imprescindible es la frescura y la variedad de los ingredientes. 
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