El Camino de Santiago se considera la espina dorsal de la península ibérica y ha cambiado la vida a todo aquel peregrino que se haya atrevido a vivir la experiencia. Cada año son más las personas que se apuntan a realizar esta travesía en busca de la evasión y de una aventura nueva que le cambiará la vida. El turismo ha ayudado a que la popularidad de esta tradición aumente, llamando cada año a más extranjeros.
Sus raíces
Santiago de Compostela se convirtió en el destino favorito de los caminantes cuando se descubrió la tumba del Apóstol Santiago, el Mayor. Declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el descubrimiento del evangelista ha unido a una gran cantidad de personas que han ido creando el camino a lo largo de miles de años en busca de una experiencia espiritual.
Desde el siglo XVII, decretado por el papa Urbano VIII, el apóstol es considerado único Patrón de Galicia y de la península ibérica.
Camino de Santiago francés
El camino que conduce al peregrino hacia la reliquia consta de varias rutas, es un conjunto de venas españolas, cuya meta es la tumba del Apóstol Santiago. Por tanto, no hay una distancia concreta a recorrer, esa opción se queda en manos del caminante, quien tiene un abanico de alternativas para su gusto.
Sin embargo, el más popular y preferido por los viajeros es el Camino de Santiago que comienza en Francia. El recorrido arranca en los Pirineos y tiene dos variantes dependiendo de la localización de entrada que se elija: por un lado, por Navarra, concretamente por Roncesvalles; o bien por Aragón, en Somport. Ambas rutas tienen un punto en el que convergen: Puente la Reina, para cruzar La Rioja y Castilla y León rumbo hacia Galicia.
El recorrido se realiza por fases, unas treinta y siete etapas en un total de 940 kilómetros, dependiendo de la vía que escoja el caminante.
Saint Jean de Pied de Port
Por el camino encontramos pueblos mágicos como Saint Jean de Pied de Port, localidad francesa situada cerca de los Pirineos, siendo este el punto de inicio del Camino de Santiago.
Somport-Jaca
Tras andar unos kilómetros llegaremos a Somport-Jaca, un pueblo de Huesca con unas impresionantes vistas hacia las montañas; hasta llegar a Iruña, con rasgos medievales indispensables de visitar. El camino desde Iruña, más conocida como Pamplona constituiría la cuarta etapa del camino francés.
Puente la Reina
Más adelante se encuentra el punto de conexión entre ambas rutas, Puente la Reina, en Navarra, conocido también como "cruce de caminos" que se perfila como uno de los lugares más románticos del recorrido jacobeo. Además es uno de los puntos claves y más romanticos del camino situado a unos 24 km de Pamplona y con mucho peregrinaje. En este pueblo comenzaría la siguiente estapa.
Lizarra
Lizarra es otro de los pueblos del recorrido, cuyas asombrosas vistas y colores atraparán a cualquier caminante. Contiene imperdibles castillos medievales,iglesias, conventos y puentes que no pasarán desapercibidos. Además de una gastronomía centrada en el vino que sorprende al peregrino que pasa por el pueblo.
Portomarín
El pueblo lucense Portomarín se encuentra al lado del puente romano sobre el río Miño desde el cual se pueden vislumbrar grandes paisajes y puentes medievales.
Antes de ponerse en marcha será de gran ayuda conocer algunos consejos para facilitar la caminata. Reducir el peso de la mochila y comprobar la sujeción de la misma es fundamental; escoger la adecuada época del año, tener cuidado con la alimentación y tener precaución en la carretera son puntos básicos.
Para comprender lo que es se necesita vivir este viaje hacia la liberación. ¡Una gran experiencia para hacer turismo!
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