La cerveza es, sin lugar a dudas, la bebida estrella de nuestra geografía. El consumo anual equivale a 1.380 piscinas olímpicas y puede suponer el 25 % de la facturación de los establecimientos hosteleros.
Sin embargo, a pesar de estos datos tan contundentes, muchas veces, pensamos que no combina bien con nuestra gastronomía y nos decidimos a hacerlo solamente con frutos secos, aceitunas o patatas fritas.
Nada más lejos de la realidad, la cerveza tiene enormes posibilidades de maridaje con la cocina, que lograrán que el aroma, la sutileza y el gusto del plato en cuestión sea realzado. Ya que una buena combinación no solo acompaña, sino que potencia el sabor de la gastronomía.
Para lograr una buena unión, no existen reglas o explicaciones científicas. Lo más importante, como en muchas otras cosas, es nuestra intuición. No obstante, a pesar de esto, hoy proponemos algunas conjunciones que sabemos que funcionan. A partir de aquí, son las ganas de experimentar del lector las que entran en juego.
7 formas de maridar en armonía
1. Premium lager de baja fermentación con carne de cerdo.
Debido al contenido graso de estas carnes, una cerveza suave, como la Alhambra, ayuda a aplacar en la boca esa grasa con la que queda recubierta tras ingerir este alimento sin que, por ello, le reste sus sutiles aromas.
2. Tipo ale o estilo Pilsen, para acompañar ahumados de pescado.
Es bastante habitual servir los ahumados acompañados de salsas especiadas de mostaza o incluso agridulces, por lo que una cerveza con un marcado amargor, como la IPA (Indian Pale Ale), actualmente de moda en Gran Bretaña, es la conjunción perfecta .
3 Ligeramente tostada para comer escabeches.
Los escabeches típicos de nuestra tierra, ya sean de atún, trucha, bonito o sardinas, suelen ser un poco agridulces, por lo que se hermanan a la perfección con cervezas un poco tostadas; como, por ejemplo, la especial de Estrella Galicia. Sus sabores grasos, pero matizados con el vinagre, entablan una armonía perfecta con esta clase de cervezas.
4. Pilsner con el marisco.
La suavidad de este tipo de cervezas, como, por ejemplo, La Morera Premium Pilsner, marida maravillosamente con los intensos sabores de los crustáceos. Así, el gusto fuerte que dejan en el paladar se refresca con una cerveza suave y clara de esta clase.
5. Ale tipo belga con comida asiática.
Los fideos chinos, el sushi japonés o cualquier otra comida venida del lejano oriente hace pareja con este tipo de cerveza, como puede ser la Orval.
6. Cerveza negra con algunos tipos de queso.
El queso gouda, el parmesano, el ahumado o los que pertenecen al grupo de "quesos de los monjes" (quesos malolientes) combinan de forma maravillosa con una buena cerveza negra, como London Porter, que también tiene un sabor fuerte y permite que nuestro queso gane en profundidad.
7. De cuerpo medio, para las ensaladas.
Debido al aliño, normalmente, de las ensaladas con vinagre, la cerveza de tipo medio, como la Asahi japonesa, representa una unión perfecta con esta forma de comer los vegetales frescos.
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