Tras bajar las más espectaculares pendientes de nieve, ¿qué mejor que disfrutar de la gastronomía local? Elaboramos una lista de diez destinos imperdibles para aficionados al esquí con buen paladar.
Lista de destinos gastronómicos que no deben perderse los aficionados al esquí
1. St. Anton / Sankt Anton am Alberg
Situada cerca de Liechtenstein, Austria, esta estación está considerada como una de las mejores de Europa. Al impresionante paraje y los más de 100 kilómetros de pistas, se une la popular cocina local, con una fuerte presencia de wurst(salchichas) en muchos platos, acompañados del vino de la zona, muy poco exportado.
2. Baqueira Beret
Hay muy poco que decir a los amantes del esquí sobre Baqueira, uno de los destinos más populares de este deporte en nuestro país, salvo que los fantásticos restaurantes de la zona siempre están dispuestos a dar nuevas experiencias al paladar. Visitar La Granja y comer una de sus famosas pizzas es un acto casi obligado si desciendes por Baqueira.
3. Val Gardena
Esta estación italiana posee unas hermosísimas vistas del valle de Dolomitas, perfectas para acompañar sus 150 kilómetros de pistas o un panini de speck, una polenta a la plancha, y un postre de strudel de manzana, herencia de su anterior pertenencia al Imperio Austro-Húngaro.
4. Chamonix
La espléndida estampa del Montblanc domina al esquiador en esta estación francesa, situada a más de mil metros de altura y conocida entre los aficionados por sus brutales descensos. Desde las cocinas de los restaurantes escapan los olores de una tartiflette, una raclette o una fondue. Y para finalizar, ¿qué mejor que devorar al mismo Montblanc en forma de uno de los postres más tradicionales de Francia?
5. Valdezcaray
Esta estación de La Rioja juega con ventaja en lo que se refiere a los fogones, porque a sus magníficas pistas con nieve del Monte San Lorenzo, se une la presencia en sus cercanías del restaurante Echaurren, ganador de dos estrellas Michelín. Es buena idea hacer sitio a unas croquetas en su degustación.
6. GrandValira
Andorra es famosa por su localización en los mismos Pirineos, y esta estación es la que más lo aprovecha, con nada menos que 210 kilómetros de pistas. Las bajadas por bosques hasta el Solteu son fantásticas, tanto como la famosa ternera lechal andorrana, y sus guisos como el breu o asados como los de jabalí y liebre.
7. Masella
Las 65 pistas de Pla de Masella ofrecen una gran experiencia, al igual que los restaurantes de la zona, y el sorprendente local de la propia estación, en el que son muy populares las fondues y las carnes a la brasa para esas noches de descanso mirando la montaña.
8. Mont Tremblant
Damos un salto internacional hasta Canadá y las seiscientas hectáreas de esta inmensa estación de esquí con casi cien pistas, entre ellas las extremas pistas negras, y multitud de zonas de relax como restaurantes, bares e incluso casinos. La cocina canadiense es muy diversa, con carnes tan exóticas para nosotros como el bisonte y el alce, pescado azul, y postres con sirope de arce.
9. Port Ainé
La zona de Sort tiene una extensa tradición culinaria, perfecta para acompañar los descensos por esta estación. El restaurante El Fogony y su premisa de slow food -productos naturales y de gran calidad- es uno de los tesoros ocultos del lugar.
10. Cerler
No podíamos cerrar esta lista sin mencionar al espectacular Pirineo Aragonés y sus maravillosas pistas, por no hablar de su gastronomía. Certer es una de las estaciones más populares, y cuenta con multitud de restaurantes en la propia estación e incluso en las cimas, con gran variedad y calidad de platos que acompañan la experiencia del descenso.
Las estaciones de esquí y sus servicios son como tesoros ocultos, así que hay que procurar disfrutarlas con todos los sentidos. No olvides la gastronomía.
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