metricool

Diferencias entre carne de vaca y carne de buey ¡Que no te engañen!

En el mundo de la gastronomía existen ciertos alimentos que a veces pueden resultar similares a ojos del consumidor, pero presentan grandes diferencias. Por ejemplo, a la hora de comprar carne de ganado vacuno, es importante tener en cuenta algunos datos que pueden ayudar a tomar la decisión correcta y a evitar el engaño entre una carne y otra. En efecto, en ocasiones se ofrece carne de vaca bajo la denominación de carne de buey, cuyo precio es superior. Para no caer en este truco, es recomendable conocer las diferencias entre la carne de vaca y la de buey, con el fin de identificarlas a la hora de comprar.

Cómo diferenciar entre las carnes de buey y vaca

En primer lugar, para diferenciar entre ambas carnes es importante conocer la diferencia entre ambos animales, ya que aspectos como el género, el estilo de vida y la edad son los que marcan la diferencia. 

El buey es el macho perteneciente al ganado vacuno, con una edad superior a cuatro años y un peso superior a 1000 kg en algunos casos. Su característica principal es que ha sido castrado en su juventud, con el fin de que la testosterona no afecte a su carne. Esto tiene como consecuencia que el buey es un animal no productivo, y su crianza es larga y costosa, lo que supone una inversión de al menos cuatro años. Por ello, esta es la razón por la que su carne es más cara que la de la vaca.

En cuanto a la de la vaca, es simplemente la hembra del ganado vacuno, también con más de cuatro años y un peso de alrededor de 600 kg. A diferencia del buey, ha sido reproductiva durante toda su vida. Su función es parir y dar leche, por lo que su crianza sale mucho más rentable, y en consecuencia su carne será mucho más económica.

Características principales de ambas carnes

Debido a los diferentes estilos de vida de ambos animales, sus carnes presentan por ello grandes diferencias que es importante conocer. Estos son algunos aspectos diferenciadores que ayudan a no confundir ambos productos:

Aproximadamente por cada buey sacrificado, pasarán por el matadero alrededor de 100000 vacas. Por ello, la escasez de bueyes hace que su carne tenga un precio superior a 40 euros el kilo, mientras que la carne de vaca es mucho más asequible, lo que no siempre es sinónimo de calidad inferior (todo dependerá finalmente dela particularidad de cada carne, y de las preferencias del consumidor).

Debido al castrado del buey, se evita la influencia hormonal de la testosterona en la carne, y como consecuencia, se producirá una mayor infiltración de grasa. Esta es una de las principales características que ayudan a identificar una pieza de carne de buey. La grasa de buey será más oscura, de color nacarado o dorado, y presentando una mayor infiltración en forma de vetas, parecida a la del jamón ibérico. En cuanto a la grasa de la carne de vaca, es de color más claro, normalmente amarillenta, y tiene una menor infiltración.

Además, debido a las diferencias de estilo de vida, la carne de buey tiene un sabor más intenso, en parte debido a la mayor grasa infiltrada, cuya textura es fundente en la mayoría de casos. También hay que tener en cuenta en ambos tipos de carne, que a un mayor tiempo de maduración, el resultado será siempre una carne más roja.

Gracias a estos sencillos datos de gastronomía, es fácil distinguir entre un tipo de carne u otro a la hora de comprar o en el restaurante, lo que puede evitar en muchos casos que se ofrezca una carne más económica haciéndola pasar por otra variedad más costosa.

Sin comentarios

Añadir un comentario