La estética es muy importante en el mundo de la gastronomía, sobretodo en el momento de presentar un plato. Por ello, queremos facilitarte la tarea de emplatar con unos sencillos trucos para que tus creaciones resulten vistosas y agradables a la vista.
Para emplatar, debes tener en cuenta:
La armonía de los elementos
Cuando se escogen los ingredientes, es esencial ser consciente de que todos ellos tienen cabida en el plato, serán agradables tanto a la vista como al paladar, y, sobretodo, todos los elementos deben ser comestibles. Lo que no se pueda comer, no debe formar parte de la creación. También hay que tener cuidado con la cantidad de salsa que se pone en el plato, que no sobre ni falte.
Combinar colores y texturas
Los diferentes colores pueden darnos diversas sensaciones a la vista. El verde es relajación y frescor, el rojo simboliza pasión, el negro refleja elegancia y el azul no debe usarse nunca por ser poco apetecible a la vista. Dependiendo de lo que queramos transmitir, habrá que usar un color u otro. Para sorprender a nuestro paladar, podemos combinar diversas texturas para crear divertidos contrastes que dejen a nuestros comensales con la boca abierta, como por ejemplo mezclar una textura cremosa con algo crujiente.
El objetivo de la creación
En restauración, un plato debe representar una unidad por sí misma, que no le sobre ni le falte ningún ingrediente y sea coherente tanto en vista como en sabor.
Fijar la atención
La zona en la que queremos centrar la atención de nuestro emplatado debe estar claramente destacada, para lo cual se aconseja utilizar moldes redondos. No tiene por qué coincidir con el centro del plato, puede estar en un lado, pero bien definido. También se pueden usar otras formas geométricas para darle cierto movimiento para que el comensal sepa cómo se deben consumir o combinar los diferentes elementos del plato.
Jugar con alturas y tamaños
No es nada complicado realizar una creación que tenga tres dimensiones. Únicamente hay que tener en cuenta las diferentes formas y alturas de los ingredientes y disponerlos de manera que tengan una forma atractiva para la vista de quien lo vaya a consumir. Es importante no organizar los alimentos de manera plana sin ningún tipo de volumen, ya que entonces no quedan vistosos y no dan ganas de comérselos.
Los detalles son importantes
Hay que tratar los productos con delicadeza, y dar mucha relevancia a las pequeñas cosas, que no por ser pequeñas son menos importantes. Una mancha que no debería estar o un chorro de salsa de más pueden arruinar la experiencia. Presta atención a estas pequeñas cosas, pueden hacer que tu plato pase de ser un maravilloso éxito a un rotundo fracaso.
Y un último consejo
Escoger el plato en el que vamos a emplatar es una de las cosas más relevantes. Dependiendo de los ingredientes y su disposición, debemos valorar si el plato debe ser ovalado, cuadrado o redondo, por ejemplo.
Si se siguen estas pautas, tus invitados quedarán impresionados con tu dominio de la gastronomía.
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