En los bocadillos, la calidad y la correcta elección de los ingredientes y la ejecución meditada convierten un «pan con algo» en una muestra única de gastronomía exquisita. La nueva pasión por la comida ha convertido al tradicional bocadillo en un clásico reinventado que ahora destaca como tendencia foodie y alcanza cotas de calidad gourmet.
Cinco bocadillos gourmet para sorprender
Sugieren informalidad y resuelven cualquier reunión con los amigos. Pero eso no significa que sean comida «convencional». ¿Cómo hacer bocadillos gourmet? Damos cinco sugerencias.
Bocadillo nórdico
Un buen salmón es la clave de este bocata de inspiración nórdica. El toque ahumado, ligeramente salado y graso del salmón noruego se equilibra con una crema de queso ácida y especiada y un tierno aguacate. La rúcula aporta el toque crujiente que compensa tanta cremosidad.
Preparamos la crema de queso. Para un bocadillo bastan con 1-2 cucharadas de queso de untar y la misma cantidad de feta, que mezclaremos hasta hacer una pasta. Una pizca de eneldo fresco picado y un chorrito de limón le darán el toque fresco y aromático.
Tostamos dos rebanadas de pan de hogaza. Ponemos la crema de queso y, sobre ella, la rúcula. Añadimos unos 50 g de salmón ahumado, huevo duro en rodajas, aguacate y más queso. Tapamos... y listo.
Bocadillo ibérico
El gran clásico español no desmerece de ninguna manera, pero debemos apostar por un jamón ibérico de bellota, cortado a cuchillo. Un pan blanco, de harina candeal, es el acompañante perfecto de este bocadillo. Añadiremos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas rodajas de tomate maduro para darle jugosidad. El resultado no puede ser más tradicional a la par que gourmet.
Focaccia de mozzarella, pesto y espinacas
De sabor intenso y apto para lactovegetarianos, este bocadillo a la italiana se fundamenta en los ingredientes de calidad: una focaccia tierna y un pesto preparado al momento, clásico (de albahaca, parmesano y piñones), u otro más original.
Rellenaremos la focaccia generosamente con pesto, rodajas de mozzarella fresca, aguacate y espinacas. Tostaremos en una sartén hasta que el queso se funda y el pesto libere (todavía más) sus aromas.
Rollito de humus y ensalada de tomate
No todos los panes son migosos. Las tortillas de trigo son perfectas para una cena de inspiración oriental. Calentamos una tortilla y untamos el humus (crema de garbanzos propia de Oriente Medio y el norte de África). Añadimos unas finas rodajas finas de calabacín crudo o a la plancha y acabamos con una ensalada de tomates y cebolla tierna con cilantro, comino, ras el hanut, limón y aceite de oliva. Enrollamos cuidadosamente ¡y a comer! es una cena del Mediterráneo más exótico apta para vegetarianos.
Bocadillo de pollo indio
El pollo tandoori es un clásico de la gastronomía india que podemos convertir en un bocadillo. Marinamos una pechuga unas horas con tandoori masala en polvo, zumo de limón, sal y aceite. En una sartén marcamos unas rodajas de berenjena, ajetes tiernos, dos tiras de panceta y, por fin, la pechuga. Montamos todo en un panecillo especiado y tostado, y acompañamos con mostaza a la miel o con un curry suave.
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