La hamburguesa es un simple bocadillo pero, al igual que cualquier otra preparación, la elección de buenos ingredientes y una preparación con mimo pueden convertirla en un plato exquisito. Para demostrarlo, indicamos siete recetas de gastronomía gourmet.
Hamburguesas para sorprender
Una hamburguesa deliciosa no precisa de ingredientes exóticos, pero aquí estamos hablando de platos gourmet, lo que nos exige dar un paso más allá y buscar lo exclusivo y diferente.
De carne de Angus
Solo con carne y pan ya es posible hacer un bocadillo exquisito. Si apostamos por una carne de alta calidad podemos asegurarnos el éxito. Por ejemplo, la de vacuno de raza Angus, una de las mejores del mundo. No desmerece de ninguna manera en una hamburguesa. Podemos pedir a nuestro carnicero que la prepare o picarla nosotros mismos en casa, aderezada a nuestro gusto. Conviene hacerla al punto, jugosa. El panecillo, por supuesto, debe ser de calidad y consistente.
¿Resulta que necesitamos algo más? Beicon, tomate, cebolla. ¿Las salsas? Mostaza en grano y/o kétchup, un clásico.
De foie
Además de los ingredientes obvios (pan y carne de calidad), proponemos escalar a un nivel superior. Marcaremos en la plancha medallones de foie que salaremos con sal en escamas. Aparte, pocharemos cebolla y prepararemos una mayonesa de trufa mezclando mayonesa con un poco de paté o moussetrufado.
Tostaremos el pan, untaremos la mayonesa y montaremos: carne, foie y cebolla. El aderezo ideal debería tener un toque ácido, así que es mejor apostar por las mostazas.
De boletus
Las setas de temporada acompañan perfectamente a las carnes. Filetearemos finamente unos boletus frescos y los doraremos con ajo. Una vez tibios, los mezclaremos con la carne picada para formar las hamburguesas. Es así de sencillo y así de delicioso: rodajas de tomate, carne, mostaza de Dijon, beicon, queso manchego y cebolla caramelizada. Una hamburguesa perfecta para celebrar lo mejor del otoño.
De trufa
¿Hay un ingrediente más gourmet que la trufa? Si podemos conseguirla, basta con poner unas lascas finas de trufa negra sobre nuestra carne ya cocinada y acabar de montar el plato. Más fácil de conseguir es el aceite de trufa, que podemos utilizar añadiendo una cucharada a la mezcla de la carne antes de preparar las hamburguesas.
Su sutil y característico aroma protagonizará el plato sin enmascarar a los demás ingredientes (los usuales en una hamburguesa convencional). En este caso, conviene no utilizar salsas fuertes ni en grandes cantidades.
De atún rojo
El rey del mar también puede convertirse en una suculenta hamburguesa. Utilizaremos lomo de atún rojo que picaremos a cuchillo aliñado con un toque de salsa de soja dulce y aceite de oliva. Lo cocinaremos con delicadeza, para que no se rompa.
Aparte, preparamos una mayonesa de piparras triturando estas y mezclándolas con mayonesa, ralladura de lima o limón y una pizca de azúcar. Untaremos un panecillo tostado y pondremos canónigos, el atún, más mayonesa y tomate picado. Exquisito.
De queso burrata
La burrata es la hermana más delicada y tierna del queso mozzarella. Dividiremos la carne de cada hamburguesa en dos porciones. Pondremos burrata sobre una y taparemos y sellaremos con la otra. Haremos los filetes a fuego fuerte primero y, después, a medio para que la burrata se funda. Montaremos con tomate, cebolleta y beicon. Más jugosa, imposible.
De jamón ibérico
Apostamos por una carne con personalidad como la ternera de retinto, que se acompaña de unas lonchas muy finas de jamón ibérico, queso de oveja y pimiento frito. El calor de la carne fundirá la grasa del jamón, que se infiltrará y mojará el panecillo. Sencillamente espectacular.
En definitiva, la alta gastronomía no está reñida con algo tan sencillo como una hamburguesa. Elijamos bien la materia prima y juguemos con los sabores.
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