La gastronomía rumana está influenciada por los numerosos pueblos que han pasado por su territorio a lo largo de los siglos. Desconocida por muchos, es muy variada, tanto en platos como en tradiciones; y representa todo un mosaico cultural en el que han dejado su seña tanto la cocina balcánica como la de otros países vecinos, como Alemania, Serbia, Hungría o Turquía.
La de Rumanía es una forma de cocinar ecléctica. No solamente reúne las más variopintas costumbres propias de la Europa del Este, sino que también las mezcla con aromas mediterráneos, como los franceses o los italianos. Se trata de una gastronomía pastoril, en la que predomina la carne.
1. Las ciorbas o sopas agrias: unos entrantes que no pueden faltar en la mesa
Unos de los platos más característicos de la cocina de este país del este europeo son las ciorbas o sopas agrias, unos entrantes que no pueden faltar en la mesa. Las hay de varios tipos: de legume, con verduras y vegetales; perisoare, hechas a base de albóndigas y bolitas de carne de ternera; burta, con callos y trozos de tripas de ternera; galuste, elaborada con caldo de pollo y pelotas de sémola; y fasole cu ciolan, a base de judías con jamón ahumado o tocino.
2. El sarmale: protagonista en las celebraciones
Es un plato que suele cocinarse en cantidades elevadas, para muchos comensales, en celebraciones como bodas o bautizos y también en Semana Santa. Se trata de una especie de rollo relleno de arroz, cebolla y carne, para el que se utiliza una hoja de repollo o vid. Es un plato con influencias turcas, muy común en esta zona de los Balcanes. La carne suele ser de cerdo, ternera o cordero y el arroz puede ser sustituido también por trigo.
3. La mămăligă: el pan rumano durante muchos siglos
Se trata de un plato muy popular de la gastronomía rumana, de origen campesino. Suele emplearse como acompañamiento para carnes y pescados. Es una especie de gachas, muy similar a la polenta italiana y que se elabora a base de harina de maíz sin refinar, lo que le aporta su inconfundible color amarillo. Se puede aderezar con queso de oveja o smântână, un producto lácteo característico de la zona.
4. Mititei o mici: rollitos de carne para chuparse los dedos
En la cocina rumana son muy característicos los "chiquitines": rollitos de carne de ternera, cerdo u oveja que se condimentan con ajo y una mezcla de especias, como comino, coriandro, tomillo, anís y pimienta negra. Se cocinan a la brasa y, como guarnición, se suelen utilizar las patatas fritas, los pimientos o pepinillos y la mostaza, tanto dulce como picante.
5. Tuica: la bebida tradicional rumana
Es una especie de orujo de elaboración artesanal y la bebida típica de la gastronomía de Rumanía. Se prepara a base de ciruelas, levadura, azúcar y alcohol. Su graduación alcohólica es elevada y se consume, preferiblemente, antes de las comidas, ya que se dice que sirve para despertar el apetito. Es conocida también como horinca, jinars o fatata.
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