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Una delicia de la gastronomía: las croquetas

El mundo de la gastronomía está de suerte. Desde hace varios años, el 16 de enero se celebra el Día Internacional de las Croquetas. Las cocinas de todo el mundo se ponen "manos a la masa" para elaborar distintas variedades de croquetas que sorprendan a los paladares más exigentes.

Los cuatro tipos de croquetas más comunes

Ahora vas a ver cuatro tipos de croquetas más comunes y con ingredientes fáciles de conseguir. Todas ellas tienen un sabor exquisito y muy personal.

Croquetas de jamón

Seguramente, estas sean unas de las más demandadas. Es fundamental que añadas unos taquitos de jamón junto a la bechamel. Después, tienes que ponerlas en huevo, harina y pan rallado. El punto clave es el momento de freírlas.

Croquetas de pollo

El secreto está en elaborarlas de la misma forma que las de jamón: corta el pollo en pequeños dados y pásalos por la bechamel. A continuación, pasa cada croqueta por huevo, harina y pan rallado. Cuando las vayas a freír, tendrás que estar muy pendiente para que queden crujientes y doradas.

Croquetas de bacalao

Sin lugar a dudas, las croquetas de bacalao cada vez gustan más. Se añadirá el bacalao a la bechamel para que se impregnen de sabor y se realizarán los mismos pasos anteriores.

Croquetas de queso azul

En esta ocasión, la bechamel no debe quedar densa para que el sabor del queso destaque. Puedes añadir unos frutos secos troceados, para darles un toque espectacular.

Tipos de croquetas

Cómo preparar unas croquetas de diez

Elaborar este plato puede parecerte sencillo, pero para que sea de diez, debes cuidar mucho los detalles. Independientemente de los ingredientes del relleno, puedes preparar la masa un día antes y dejarla en el frigorífico para que adopte una gran consistencia.

En primer lugar, prepara una bechamel e incorpora los ingredientes. Si las croquetas van a ser de jamón, puedes añadir a la leche unas lonchas de ese producto, para que adquieran un gran sabor. Una vez que tienes la masa preparada y conservada en el frigorífico, puedes olvidarte de ella hasta el día siguiente.

El siguiente día será el momento en que tendrás que disponer varios boles para la harina, el huevo y el pan rallado. Irás dando forma a las croquetas, ayudándote de una cuchara, y las pasarás por huevo, harina y pan rallado. Si decides hacer las de queso azul, ahora será el momento idóneo para poner los frutos secos troceados. Cuando ya estén todas presentadas en una bandeja, tendrás que freírlas en la freidora o en la sartén. Si elegimos la sartén, podremos utilizar el aceite de girasol o el de oliva y deberá estar muy caliente. Cuando el aceite esté en su punto, hay que ir añadiendo las croquetas a la sartén y dejar que se frían bien hasta que estén doradas. Hay que tener mucho cuidado para que no se quemen.

Si se utiliza la freidora, igualmente van a salir deliciosas. El uso de la freidora te facilita la tarea porque es más cómoda e incluso hace más rápido el proceso de fritura. Puedes poner varias croquetas en la freidora y en una potencia media-alta (para evitar que se quemen). De todos modos, te recomendamos que estés pendiente de todo el proceso para que no se te pase el momento de sacarlas de la freidora.

A continuación, pondremos una bandeja o un recipiente similar con papel de cocina para que resbale la grasa y las dejaremos reposar. Ahora sí, tendremos listas unas deliciosas croquetas, elaboradas con los ingredientes que más agradan y que gustan a todos los públicos.

Como has podido comprobar, el secreto de gastronomía para elaborar unas croquetas de estilo gourmet es preparar una masa de bechamel en su punto y vigilar el proceso de fritura.

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