La gastronomía francesa es famosa en el mundo entero por sus definidos sabores y sus productos incomparables. Pero la del norte del país tiene características distintivas, producto de las influencias belgas e inglesas que ha recibido a lo largo de la historia.
Platos del norte de Francia
A continuación, algunas de las preparaciones más emblemáticas y conocidas de esta región del mundo.
Mejillones con patatas fritas
Este molusco, preparado de diferentes maneras, es uno de los platos más populares y conocidos de la región. Se sirve acompañado de patatas fritas como muchos otros platos de la cocina francesa. El maridaje ideal es con un vino blanco seco de Alsacia.
Las diferentes cazuelas de mejillones pueden cocinarse con chalotes, vino blanco, laurel y perejil o con otras recetas como salsa de cebolla con ajo y queso Maroilles, de sabor muy intenso y textura untuosa.
Carbonada flamenca
Se trata de un contundente y aromático estofado de influencia belga. El resultado es una carne tierna y de sabor matizado entre lo dulce y lo punzante.
Se prepara con mantequilla, mostaza de Dijon, cebollas, azúcar morena y cerveza belga. El primer paso es dorar la carne cortada en cubos en la mantequilla para que el plato adquiera sabor a carbonada. Se sirve acompañado de patatas fritas y de un buen Burdeos.
Potjevleesch
Un plato tradicional flamenco cuyo nombre puede traducirse como «pequeño tarro de carnes». Es un plato frío que se compone de panceta, ternera, conejo y pollo. Se cocinan en conjunto y se presentan en un bloque de gelatina de caldo de conejo.
Se sirve con un Borgoña de Côte Nuits y junto a manzanas a la dunkerquoise, es decir, asadas con mantequilla.
Galette des rois
El nombre de este postre se puede traducir como «tarta de los reyes». Se consume después de navidad y se prepara con masa de hojaldre. En su interior se coloca una fava como premio para quien la encuentre.
El relleno, perfumado y de un sabor delicioso, está constituido por frangipane, una mezcla de almendras molidas con crema pastelera. Se puede acompañar de sidra francesa o un Sauternes.
Quiche lorraine
Es una tarta salada originaria de la región de Lorena. La base de masa se hornea ya rellena con una mezcla de beicon, huevos batidos y nata. Se perfuma con nuez moscada rallada y pimienta negra. Puede tomarse caliente o tibia.
Otros delicados rellenos que admite son: crema y cebolla, crema y espinacas, puerros o pollo con champiñones. Este plato marida perfectamente con los vinos blancos de Alsacia.
Crépes saladas y dulces
Es un postre típico de Bretaña que se puede combinar con todo tipo de rellenos. Entre los dulces tenemos chocolate, helado, mermelada, frutos rojos y entre los salados admiten setas, cangrejo al curry o diferentes quesos con peras o con nueces.
Las tradicionales crépes Suzette se preparan con mantequilla, jugo y ralladura de piel de naranja, azúcar y Grand Marnier o Cointreau, y se flamean. Se puede acompañar de un Petit Chablis o un Sauternes.
Tarta Tatin de manzana
Esta maravillosa creación, intensamente dulce y perfumada, proviene del Centre-Val del Loire. Fue creada por las hermanas Tatin en su modesto hotel de Lamotte-Beuvron.
Se prepara colocando las manzanas troceadas en una mezcla de mantequilla y azúcar derretida y dorada, directamente en el molde que irá al horno. La masa se coloca encima, sobre las manzanas. Después de hornear se invierte y se saca del molde para presentarla. Se toma aún caliente con helado o nata y un Saint-Émilion.
La gastronomía francesa, sus vinos, quesos, postres y platos de marisco son un dilatado universo, maravilloso y estimulante.
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