Volver a la rutina después de las vacaciones es difícil. Todos hemos oído hablar del "estres postvacacional", pero no se trata de ningún mito. Es una realidad que experimenta, al menos, un 37 % de la población. En este post verás unos pequeños consejos para ayudarte a recuperar la rutina después del descanso vacacional.
Síntomas de la adaptación laboral tras las vacaciones
El síndrome postvacacional suele presentarse de diversas formas. Lo normal es experimentar cansancio, fatiga, irritabilidad, tristeza o falta de motivación y concentración, entre otros. La intensidad de estos síntomas dependerá de lo cómodos e integrados que nos encontremos en nuestro puesto de trabajo.
Algunos consejos para volver a la rutina
La desconexión de las vacaciones implica volver a nuestra vida diaria una vez finalizadas. Aquí van unos consejos para que la vuelta sea más llevadera.
Conectar progresivamente
No debemos incorporarnos al trabajo de golpe, pues que es bueno reconectar paulatinamente con nuestra rutina diaria. Así, volver un par de días antes de nuestro destino vacacional y planificar la nueva etapa nos ayudará a que el cambio no sea tan brusco.
Poco a poco
Nuestro celebro se ha reseteado por completo durante este tiempo de descanso. No podemos empezar el primer día de vuelta exigiéndonos el 100 %. Es mejor visualizar los tres primeros días como una transición paulatina, asumir que serán menos productivos y se harán más largos que de costumbre.
Ver el lado positivo
Debemos de intentar sacar algo bueno de la vuelta de las vacaciones: reencontrarnos con ese compañero de trabajo con el que compartimos anécdotas, retomar ese proyecto que nos ilusiona, volver a conectar con los clientes...
Hábitos saludables
Las vacaciones son sinónimo de saltarnos la dieta, no hacer deporte y descansar. La rutina puede ser un buen momento para reorganizar nuestros hábitos y retomar la actividad física y comer saludable.
Comenzar un proyecto vital que te haga ilusionarte
La rutina tiene ese toque de aburrimiento, de repetición, de falta de diversión. Por eso, para afrontar esta nueva etapa laboral, un buen consejo es iniciar algún proyecto vital que nos llene de ilusión: apuntarnos a una academia y empezar a estudiar ese idioma que se nos resiste, inscribirnos en ese curso de cocina, redecorar nuestra cocina, etc. Cualquier actividad que te haga olvidarte de la monotonía hará que la reincorporación al trabajo sea más llevadera.
En definitiva, no puedes negar que el estres de tu vida diaria se evapora desde el minuto uno de las vacaciones. Tu cerebro desconecta y se acostumbra al descanso. Pero toca volver a la rutina y eso puede hacerse cuesta arriba. Por eso es importante poner en práctica estos consejos para que esta transición sea lo más suave posible. Y, sobre todo, ayuda mucho pensar: un día más de trabajo es un día menos para las vacaciones del año que viene.
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