Hoy en día son muchos los fotógrafos que se dedican a realizar instantáneas de la gastronomía y así tener una buena visión de los platos. No obstante, también es importante tener en cuenta que para realizar las mejores fotografías debemos contar con una cámara profesional. Ahora bien, ¿cómo podemos saber cuál es una buena cámara? Te lo desvelamos en este post.
Las mejores cámaras y la buena gastronomía
Lo primero que debemos tener en cuenta es que antes de comprar una cámara es realmente importante probarla y ver que nos sentimos cómodos con ella, ver que tiene un agarre suficiente y que los menús son fáciles de usar.
Igualmente, después puedes comprobar el precio de la misma. Y no te obsesiones con tener la mejor cámara, sino más bien mira por aquello que se ajuste a tus necesidades, pues debes recordar que ninguna especificación te dirá qué cámara es mejor, sino que debes ser tú quien decida según lo que realmente necesites.
¿Qué características debo mirar para tener una buena cámara de fotos?
Uno de los aspectos importantes que tendremos que mirar será la resolución, que generalmente es medida en megapíxeles, que indica la cantidad de pixeles que usa la cámara para producir una imagen. Todas las cámaras suelen tener suficientes megapíxeles, pero no todas disponen de procesadores con suficiente potencia como para tratar con dichas imágenes.
Por otro lado, la lente también tiene una enorme relevancia en relación con los distintos objetivos, en función de sus características, apertura y longitud focal. Este último término se mide en milímetros y se identifica con la ampliación de la imagen y la cantidad de escena capaz de cubrir, es decir, el ángulo de visión. De esta manera, destacamos la lente gran angular ultra, de menos de 18mm; la gran angular, de entre 18mm y 30 mm; la normal, de entre 30mm y 70mm; el teleobjetivo, de entre 70mm y 300mm; y el superteleobjetivo, con más de 300mm. En cuanto a la apertura, es el tamaño de abertura por el que entra la luz, medido con el número f.
Respecto al visor, los modelos de cámaras más modernos disponen todavía de visores, y son útiles cuando es complicado visualizar la pantalla LCD a través de la luz del sol. Podemos encontrar tres tipos de visores: los que dan una visión directa de la escena (TTL), el visor EVF o electrónico y el visor óptico TTL en las cámaras réflex digitales. Además, el estabilizador de imagen permite que la cámara no se mueva, clasificándolos según su posición: en la cámara y en la lente.
La batería es otro punto importante en el que debemos fijarnos, pues la mayoría de las cámaras actuales disponen de baterías de iones de litio recargables y ofrecen una mayor duración que las que funcionan con pilas AA, aunque suelen ser específicas de una marca concreta de cámara.
Otro punto en el que podemos fijarnos es en la tasa de disparo continuo, que son el número de imágenes que esta cámara es capaz de disparar por segundo. En condiciones normales buscamos una alta FPS con la mayor resolución, un enfoque y una exposición automática.
Además, muchas de las cámaras actuales, por no decir todas, disponen de un modo de vídeo con diferentes formatos, así como algunas también nos ofrecen la posibilidad de tener una conexión WIFI y GPS, algo especialmente solicitado por los fotógrafos profesionales, quienes buscan que sus instantáneas estén a la mayor brevedad posible en la red o en los archivos digitales de los medios de comunicación para que puedan ser publicadas.
En definitiva, si quieres una buena cámara, sigue estas instrucciones y, sobre todo, elige la que mejor se adapta a tus necesidades. Y, si todavía no puedes permitirte comprar una, puedes alquilar cámaras a través de Banzai Studio.
Sin comentarios
